Procables cuenta con un “Programa de ahorro y uso eficiente de energía", cuyo objetivo es implementar estrategias con el fin de garantizar un uso racional de la energía en todas las áreas de la compañía.
Entre el año 2009 y el año 2015 se ha alcanzado una reducción del 13% en el consumo de energía eléctrica en relación con las toneladas producidas.
A través de la implementación de mejoras tecnológicas y buenas prácticas como las siguientes:
En Procables, la relación perfecta con nuestros grupos de interés busca satisfacer sus necesidades y expectativas, velando por la seguridad y salud de nuestros colaboradores como el valor central que conduce el desempeño de nuestra administración. Al mismo tiempo, nos preocupamos por preservar el ambiente y promover un desarrollo sostenible de la comunidad en la cual operamos (Política Integral Procables / Nov. 2016).
En concordancia con el anterior compromiso, constantemente trabajamos al interior de la organización en el mejoramiento de prácticas, herramientas, conocimiento, competencias, que nos permitan contar con procesos eficientes en términos de calidad, impacto ambiental y cuidado de nuestros trabajadores.
La tecnología ha tomado un papel importante para el ser humano convirtiéndose en el centro de millones de vidas que se comunican y toman decisiones a través de dispositivos electrónicos. ¿Alguna vez ha pensado en la cantidad de cables que soportan dichos niveles de comunicación? ¿O en la cantidad de cables necesarios para suministrar la energía consumida por la humanidad?
Los cables están compuestos principalmente por metales (aluminio y cobre) y por plásticos como PVC y Polietileno, entre otros. Tanto los metales como los plásticos son materiales que fácilmente se pueden reutilizar. Por una parte, los metales se pueden triturar o fundir para ser reintroducidos al ciclo productivo. De igual manera el PVC y Polietileno, se pueden recuperar para producir nuevamente plásticos utilizados como materias primas para una gran variedad de productos. Alrededor del mundo se han establecido empresas como Eldan Recycling, Titech, Stokkermill y Tricare, especializadas en el reciclaje de cables y que han demostrado el máximo aprovechamiento del material recuperado. En Colombia no nos hemos quedado atrás; actualmente empresas como Orinoco Escrap S.A.S., Belmont Trading Colombia y Mejoramiento Global S.A.S., entre otras, son especialistas en el tratamiento de los Residuos de Aparatos Electricos y Electrónicos (RAEE) y en realizar un aprovechamiento del cable, dándole una segunda vida útil a su material.
Procables en su compromiso con la preservación del medio ambiente y siendo consciente de la importancia de esta política, busca acogerse a normas acordes con dicho propósito. Por esta razón, desde hace muchos años cumple con la Directiva RoHS (de las siglas en inglés, Restriction of Hazardous Substances – Restricción de sustancias peligrosas) 2011/65/UE se refiere a la Restricción de ciertas Sustancias Peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos, adoptada en junio de 2011 por la Unión Europea.
La Directiva RoHS restringe el uso de seis sustancias peligrosas en la fabricación de varios tipos de equipos eléctricos y electrónicos, por lo cual su objetivo es reducir la contaminación y prevenir daños medioambientales causados por estos materiales restringidos, por ejemplo, en los procesos de reciclado y eliminación de residuos, al mismo tiempo que reduce los riesgos para la salud asociados con la exposición a estas sustancias
Procables en concordancia con su compromiso ambiental, y los objetivos de su sistema de gestión, desde hace varios años cuenta con un “Programa de ahorro y uso eficiente del agua”, este programa desarrolla múltiples actividades encaminadas a optimizar el consumo del recurso agua tanto de uso industrial como de uso doméstico.
Entre el año 2009 y el año 2015 se ha alcanzado una reducción del 27.5% en el consumo de agua total de la planta equivalente a 25584 m3
A través de la implementación de mejoras tecnológicas y buenas prácticas como las siguientes:
A través de su vinculación al programa “Me muevo por una Bogotá Sostenible”, liderado por la Secretaría Distrital de Ambiente, Procables le apuesta a la promoción de estrategias que aportan de manera positiva a la movilidad de la ciudad. Este programa vincula a varias instituciones públicas y privadas interesadas en aportar positivamente a la movilidad de la ciudad partiendo del sector empresarial y sus trabajadores.
Es la realización de desplazamientos, en un determinado territorio, buscando proteger el entorno y las comunidades que lo habitan. El desafío que plantea la movilidad sostenible se basa en un transporte rápido, cómodo, seguro, eficiente, que mejore la calidad de vida de los habitantes y al mismo tiempo cumpla con estándares ambientales que minimicen sus impactos sobre el entorno.
En los mercados verdes sólo tiene cabida la negociación de productos y servicios de bajo impacto ambiental, es decir aquellos que generen menos deterioro sobre los recursos naturales, cuyo proceso se basa en prácticas productivas poco contaminantes comparadas con las de productos similares, respondiendo a problemáticas de conservación de los recursos en pro de un desarrollo sostenible.
Colombia viene incursionando en los mercados de productos verdes, especialmente en los agrícolas ecológicos, los cuales son más naturales, saludables y amigables con el medio ambiente. Se pueden conseguir en el mercado productos como panela orgánica, café ecológico, banano ecológico, aceite de palma, hortalizas, etc. Otro ejemplo de productos verdes son los denominados “huevos de la gallina feliz”, que provienen de gallinas criadas en campo (no en galpones) y su dieta se basa en maíz y trigo.
Bogotá dio un paso hacia la cultura del reciclaje y gestión integral de residuos sólidos, a través del programa "Basura Cero", un modelo que busca modificar la cultural actual de consumo de "extraer, consumir y descartar", por una cultura de aprovechamiento, fundamentada en el consumo responsable, la separación en la fuente, la reutilización, la reparación y el reciclaje de los bienes de consumo.
Vincúlese a las campañas de gestión post consumo de residuos de productos que se vienen adelantando con el fin de darles un uso adecuado.
Esta vinculación puede hacerla, una vez los productos han cumplido su vida útil, se han vencido o están en desuso; es el caso de los medicamentos, las baterías, y los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEES) dentro de los cuales se encuentran computadores, periféricos, radios de comunicación, etc.
Las instalaciones eléctricas juegan un papel determinante cuando se trata de ahorrar energía.
Por lo tanto es importante considerar prácticas sencillas que contribuyan al ahorro y uso eficiente de este recurso, para lo cual se debe tener en cuenta lo siguiente:
Podemos catalogar a un edificio "verde", a aquel que desde su diseño contempla el cuidado del medio ambiente, buscando sacar el mayor provecho de los recursos naturales con los cuales cuenta y que puedan ser utilizados a su favor.
Un edificio "verde" juega con el clima, la ubicación, la orientación, el diseño, los elementos arquitectónicos, la distribución interior, de tal forma que en verano rechace el calor y en invierno sea capaz de mantenerlo, gracias a la propia construcción y el aporte complementario de sistemas energéticos renovables.
1. Modificando actitudes y prácticas personales que contribuyan a la sostenibilidad ambiental: